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martes, 13 de abril de 2010
Refrescando la Memoria (Histórica): Los Cubanos contra el Franquismo
jueves, 1 de abril de 2010
Las Políticas de Presión vs. la Diplomacia Correcta
En mi opinión, se debería tender a una diplomacia de triple vía. Por una parte España y la UE deberían comenzar, a través de su diplomacia con los Estados Unidos, intentar que se levante el embargo en su totalidad porque este no tiene razón de ser. El conflicto entre la clase política estadounidense y el gobierno cubano ha hecho difícil ubicar el debate central entre el Estado y la sociedad, porque el conflicto endógeno cubano es constantemente desplazado hacia el conflicto con los Estados Unidos. Así, el gobierno cubano instrumentaliza el discurso duro y la política del embargo de los EEUU como justificación de su inmovilidad política, utilizando el diferendo como arma arrojadiza contra cualquier intento de democratizar al país. Es por eso que Cuba tiene una defensa antidemocrática formidable para países que quieran deslegitimar todo esfuerzo democratizador: un "enemigo" externo que es, además, el principal actor geopolítico en el escenario mundial. Si los Estados Unidos llegan a comprender la importancia de que marcar el inicio de su retirada como actor externo del conflicto cubano, evaporaría al "enemigo" y dejaría al conflicto cubano endógeno expuesto en toda su dimensión y, posicionándose fuera del mismo se convertiría en un actor internacional importantísimo a favor de la democratización. Lo mismo pasa con la Posición Común, como instrumento de presión. Creo que la política de España y la UE con Cuba, debería contar con dos fases:
1ª Fase: Una política de doble vía, dialogando extensamente con el gobierno cubano, para que ratifique los tratados en materia de derechos y libertades fundamentales, y con la oposición democrática cubana, dejando claro al gobierno de Raúl Castro que se persigue abiertamente la democratización de la Isla y la defensa estricta y escrupulosa de los derechos humanos, pilares de la democracia española y de la UE.
2ª Fase: Intentar que los actores internacionales lleguen a un acuerdo con el gobierno cubano para propiciar un encuentro entre este y la oposición interna en Cuba, para lograr una transición por pacto.
Parece más facil de decir que de lograr, pero en esa dirección debe ir la cosa. Una transición por traspaso no es posible. La oposición presenta dilemas que le impiden presionar en la dirección de un posible traspaso, porque no representa alternativas políticas sociológicamente importantes ni utiliza un lenguaje de inserción social que la comunique con los sectores más dinámicos de la sociedad cubana, aquellos que podrían responder ante un llamado de este tipo. Por reemplazo tampoco, pues éste presupone la quiebra de la clase política cubana, y no es el caso.
Con independencia de los deseos, la transición en Cuba empieza como reforma para terminar eventualmente como pacto. No cabe otra. Y eso presupone una disidencia interna fuerte y unida, habiendo trabajado en la eliminación de sus dilemas y debilidades, y madurando políticamente.
viernes, 26 de febrero de 2010
Declaración de Arco Progresista
jueves, 11 de junio de 2009
Convocatoria Grupo Mediático Consenso
Este evento es una vieja idea acariciada por un sector de la sociedad cubana, con el fin de poner en perspectiva las posibilidades que, desde la sociedad, se puedan activar para recrear una relación racional y mutuamente provechosa entre ambas naciones.
El primer imperativo que salta a la vista es la necesidad de destrabar un conflicto visceral que ha venido determinando la suerte, la biografía y las opciones para millones de cubanos, sin que se haya podido hacer algo en la dirección de controlar sus efectos, por el tipo de respuesta articulada entre la clase política estadounidense y el gobierno cubano.
El segundo de estos imperativos pasa por la incapacidad de ambas clases políticas para encontrar soluciones racionales a unos vínculos que son inevitables dadas la cercanía, la implicación histórica, y la expansión geopolítica y geoestratégica de un conflicto que se refleja celularmente en la vida del más recóndito ciudadano cubano. Es decir, si las relaciones entre ambos países son inevitables, la cuestión es la de cómo convertir en respetuosas, y mutuamente ventajosas, unas malas relaciones reproducidas constantemente por la incapacidad de los actores estatales para otorgarles un sentido creativo y positivo.
Y el tercero de estos imperativos anima y fortalece, en una época de diplomacia ciudadana y proliferación de actores no estatales, la capacidad e imaginación de la sociedad civil para darle estabilidad, perdurabilidad, dinamismo y sentido estratégico a la relación entre las naciones. Y si algún vínculo entre países exige semejante plataforma es el que se necesita, puede y debe construir entre Cuba y los Estados Unidos.
Este evento, animado desde Cuba, y con una perspectiva académica, quiere convertirse en una primera aproximación creativa, desde dentro de la isla, a este dilema-desafío.
Las opciones abiertas a partir del nuevo gobierno en los Estados Unidos ofrecen condiciones inmejorables para pensar las relaciones entre ambos países, también y sobre todo, desde la sociedad civil. Unas relaciones necesarias que han desafiado siempre sus múltiples oportunidades y que son demasiado determinantes para dejarla en la perspectiva excluyente de una visión estrecha y superada.
Como se trata de una primera aproximación, El Foro de Consenso pretende que este evento se desarrolle desde el concepto de Notas de Trabajo. A diferencia de los Papeles de Trabajo que sirven de guía y exposición de largo aliento para la mayoría de las instituciones académicas del mundo, las Notas de Trabajo la concebimos como acercamiento sintético, pero igual de riguroso, a los temas de discusión, en la que predominen más la hipótesis, la provocación y las soluciones. Ello significa que quienes decidan participar no deben sentirse particularmente abrumados por el poco tiempo entre la convocatoria del evento y la fecha de realización.
Este evento trata de abordar, por otra parte, uno de los problemas más candentes de la guerra fría, y psicológicamente más desafiantes. Nos interesa por eso concitar la visión no solo de cubanos y estadounidenses sino de latinoamericanos, europeos y de otras partes del mundo. La alta visibilidad de los actores tradicionales del conflicto requiere una perspectiva más global en una época cada vez más globalizada. Estas invitados por tanto, todos aquellos que quieran contribuir a imaginar soluciones a uno de los conflictos más viejos, que hunde sus raíces en las profundidades del siglo XIX, y adquieren particular virulencia en el siglo XX.
Los temas a debatir son fundamentalmente elegibles por los autores, a partir de las aristas diversas que comprometen las relaciones Cuba-Estados Unidos en los últimos 50 años. Sin embargo, cinco temas concretos interesan a El Foro de Consenso. Estos son, genéricamente expuestos:
1. 50 años antes: Cuba-Estados Unidos: origen de un conflicto.
3. Soberanía nacional y democracia
4. Actores sociales y relaciones interestatales
5. Qué hacer para mejorar las relaciones Cuba-Estados Unidos
El día 20 será dedicado a la discusión en Paneles. El 21, se discutirán de conjunto por los participantes, las ideas y conceptos principales resumidos por cada uno de los cinco Paneles.
Las Notas de Trabajo (ponencias) no deben exceder las 5 cuartillas de 8 x 11, a espacio y medio, en Times New Roman, fuente 12. Las ponencias deben ser enviadas antes del 12 de julio del corriente a: gmconsenso@gmail.com o entregadas en:
Archivos Consenso: Zanja 206 e/ Manrique y campanario. Centro Habana. Ciudad Habana.
Estas Notas de Trabajo serán publicadas en el sitio web del Grupo Mediático Consenso y en una edición especial de la Revista Consenso.
Los interesados en comunicarse con El Foro de Consenso pueden hacerlo a través de: gmconsenso@gmail.com o llamando al teléfono: 052840388.
Coordinador de El Foro de Consenso
Manuel Cuesta Morúa
sábado, 30 de agosto de 2008
Libertad para Gorki - Libertad para Cuba
Gorki está libre. Creo que es momento para hacer un balance de esta última semana y de lo que ha tenido lugar en Cuba. Un jóven rockero es detenido bajo el cargo de peligrosidad pre-delictiva y la presión de parte de la sociedad civil cubana, la oposición, una parte del exilio, gente anónima y la opinión pública internacional han logrado que el gobierno cubano se lo piense dos veces y cambie la acusación a "desobediencia". Ha pasado de 4 años de prisión a 600 pesos de multa, en 300 cuotas de dos pesos.
Hace mucho tiempo lo vengo diciendo, pero nadie me ha hecho caso. Hay que convencer a nuestros amigos y familiares en Cuba para que actúen libremente, cómo si no existiera represión. La libertad la conquista cada uno con su actitud firme de no permitirle a la dictadura que nos reprima impunemente.
Ya vemos lo que se produce cuando alguien actúa dando la cara, firme en sus convicciones y en su empeño de no permitir que un gobierno vil le arrebate sus derechos que, junto a la actitud de muchos de nosotros y de mucha otra gente anónima hicieron posible lo que hasta hace muy poco parecía imposible: el gobierno dictatorial cede ante la presión cuando todos tiramos parejo.
Yo, señores, conozco a Gorki, y no quiere ser líder de nada, sólo quiere hacer valer sus derechos como ser libre que es. Ésta es también su lucha personal por la libertad, desde la convicción que la libertad es una cuestión personal, pero que nos atañe a todos. El pueblo de Cuba debería hacer lo mismo, que cada uno luche por la libertad. El gobierno no va a ceder sus privilegios así como así, por lo que esto se convierte en un tema de responsabilidad personal y, por tanto, colectiva, de todo un pueblo unido.
Ahora, no podemos permitirnos que esta situación con Gorki sea un caso aislado y que, por tanto, pase en el tiempo. Eso es lo que el gobierno querría. Creo que debemos tomar este impulso para comenzar a reclamar y exigir al gobierno cubano la liberación de todos los presos políticos con la misma fuerza y convicción que todos hemos hecho por que liberen a Gorki. Ahora y sin descanso. Esta acción no puede esperar, y no podemos olvidar que hay personas inocentes que han ido a la cárcel bajo la acusación de peligrosidad pre-delictiva, lo que implica que están en prisión por defender con el mismo encono esa libertad. Ahora no podemos detenernos aquí. No podemos decir “hemos hecho esto por Gorki y estamos contento, celebrémoslo”, deteniendo toda acción hasta la consecución del fin de la dictadura y la libertad de Cuba. Creo que ya hemos esperado bastante y nos han doblegado durante mucho tiempo. ¡Basta ya!
Creo que si Pablo Milanés, Kelvis Ochoa, Omara Portuondo y compañía hubiesen tenido lo que hay que tener y, en medio del concierto en el protestódromo, hubieran leído un manifiesto conjunto exigiendo la libertad inmediata de Gorki y los presos políticos y reivindicado al gobierno el cese de la represión y de la hostilidad y el respeto a los derechos humanos, muchos intelectuales del país y de la disidencia se les habrían unido, más la oposición en el exilio y mucha gente anónima como nosotros en un llamado a la opinión política internacional, sí que el gobierno se la habría visto cruda. Aún están a tiempo. Así que les pido a todos sigan enviando e-mails a todos estos músicos, copiando y pegando, si lo consideran, lo que aquí digo, y diciéndoles que aún están a tiempo de hacerlo. Yo haré lo propio.
martes, 12 de agosto de 2008
Raúl Castro y el Conflicto en Osetia del Sur
miércoles, 28 de mayo de 2008
Declaración de Concordia
Los que subscriben esta declaración, cubanos o de origen cubano residentes en el exterior del país, deseamos dar a conocer a la ciudadanía residente en Cuba los siguientes criterios, sentimientos, esperanzas y convicciones sobre la realidad cubana actual y sobre su futuro:
- Abogamos por la paz, la reconciliación y la concordia entre todos los cubanos.
- Nos negamos a seguir alimentando el odio y el resentimiento recíprocos que han engendrado en la historia nacional, de forma cíclica, violencia y fratricidio,
- Por una amnistía que incluya a los cubanos de todas las orillas políticas e ideológicas.
- Abogamos, en suma, por una renovación en espíritu de toda la familia cubana para el comienzo de una nueva Era de paz y prosperidad. El conjunto de cubanos residentes en Cuba y en la diáspora formamos una sola nación y debemos trabajar juntos para levantar al país.
- Entendemos que concordia cubana significa asegurar la convivencia entre todos los hermanos de la patria común sobre la base del respeto a las diversas perspectivas y credos. De ningún modo deberá admitirse que tales diferencias puedan obstaculizar o amenazar esa convivencia
- No deberá aceptarse, bajo ninguna circunstancia, discriminación alguna basada en diferencias raciales, económicas, culturales, de sexo u orientación sexual, ideológicas, religiosas u origen nacional.
- Ningún cubano deberá ser privado, por razón de su nacionalidad, de los derechos y accesos a instalaciones y lugares que en el territorio cubano disfruten los turistas extranjeros, o a comprar, vender o alquilar bienes básicos, como una vivienda y un auto.
- Ningún cubano, resida o no dentro de Cuba, deberá ser privado de la posibilidad de invertir sus recursos en su propio país mientras haya un empresario extranjero gozando de ese derecho.
- Deseamos un orden que lejos de frenar el potencial creador del ser humano, lo libere de ataduras y lo estimule para generar riquezas y abundancia en todo el país, sobre todo cuando se trata del trabajador cubano, célebre por su hábito de trabajo, su nivel de capacidad productiva y su ingenio en generar recursos. No queremos un orden que tienda a generar igualdad en la miseria, sino, por el contrario, un estado general de riqueza en condiciones de igualdad de oportunidades, y derechos económicos y sociales.
- Ningún cubano residente actualmente en nuestro país deberá ser despojado de aquellos bienes que actualmente utiliza para vivir, como es el caso de viviendas y pequeñas parcelas agropecuarias, por los eventuales deseos de reclamos de restitución de antiguos propietarios, independientemente del derecho a una justa indemnización. Tampoco deberá suprimirse el disfrute de beneficios colectivos en esferas sociales como la educación y la salud, sino que por el contrario, esos beneficios deberán ser aumentados y asegurados.
- No nos anima un espíritu de rapiña o despojo, sino de ayuda desinteresada en el mejoramiento y reconstrucción del hogar común.
- Asimismo, nos pronunciamos contra todas las restricciones que obstaculizan el libre movimiento de los cubanos residentes dentro y fuera del territorio nacional, sean por la política del Estado cubano o impuestas por otros gobiernos, en particular el de los Estados Unidos, medidas que dificultan a los cubanos residentes en el exterior viajar a su país de origen, le impiden el acceso o relocalización en su patria, o hacen artificialmente costoso el enviar remesas u otros medios de ayuda y las que obstaculizan el acceso a la información y la comunicación telefónica o por correo electrónico con sus familiares y amigos en Cuba.
- Nos pronunciamos por métodos pacíficos para el logro de los ideales plasmados en esta declaración, a través del diálogo y el libre intercambio de las ideas, convencidos de que sólo la evolución de la conciencia ciudadana nos puede conducir a un orden de armonía, reconciliación nacional y de respeto a todos los derechos fundamentales.
Dado en la Ciudad de Miami a los 20 días del mes de marzo del año 2008.
Iván M. Acosta, dramaturgo,cineasta, Nueva York, Estados Unidos.
Guillermo Asper, profesor de Information Systems en la Universidad de Brasilia, Brasil.
Luciana Asper y Valdés, Promotora de Justicia, Brasil.
Bernardo Benes, banquero retirado, Florida, Estados Unidos.
Juan Antonio Blanco, analista político, Canadá.
Lorenzo Cañizares, sindicalista, Pennsylvania, Estados Unidos.
Héctor Caraballo, comerciante y activista político.
Siro del Castillo, artista plástico, Florida, Estados Unidos.
Gustavo De Ribeaux, ingeniero civil, Estados Unidos.
Mari Gloria De Ribeaux, Trabajadora Social Clínica. Estados Unidos.
María Eulalia Díaz Acosta, Contadora e Informática, República Dominicana.
Len Enríquez, Ingeniero en Transporte y Logística, Florida, EUA.
Martha Lucía Enríquez, Corredora de Bienes Raíces, Florida, EUA.
Juan Antonio Francés Garay, Sindicalista, República Dominicana.
Eduardo García Moure, sindicalista, Venezuela.
Mickey Garrote, Bibliotecario, La Florida, Estados Unidos.
María Cristina Herrera, profesora, Florida, Estados Unidos.
Ariel Hidalgo, maestro, Florida, Estados Unidos.
Elena Larrinaga de Luis, Presidenta de la Federación Española de Asociaciones Cubanas, España.
Alain Laserie, administrador empresarial, Jamaica.
Felipe Lázaro, poeta y editor, España.
Sarahí Lorenzo, Corredora de Bienes Raíces, Florida, Estados Unidos.
Teté Machado, actriz, Florida, Estados Unidos.
Gerardo E. Martínez-Solanas, Economista y Politólogo, La Florida, Estados Unidos.
Pedro Ramón López, industrial, República Dominicana.
Danay Menéndez, empleada de limpieza, Florida, Estados Unidos.
Sergio Lopez-Miró, periodista y publicista, Florida, USA.
José Manuel Pallí, abogado, Florida, Estados Unidos.
Silvia Pedraza, Profesora de Sociología, Universidad de Michigan.
Oscar Peña, analista político, Florida, Estados Unidos.
Nicolás Pérez, industrial, Florida, Estados Unidos.
Iván Pérez Carrión, periodista, República Dominicana.
Pedro Pérez Castro, sindicalista, Venezuela.
José Pérez Martín, ingeniero eléctrico, La Florida, Estados Unidos.
Marcelino Miyares Sotolongo, Presidente de una compañía de Comunicaciones.
Lionel Remigio, Empresario de Comunicaciones, Florida, Estados Unidos.
Juan Antonio Rodríguez Menier, analista político, Estados Unidos.
Rafael Sánchez, médico cirujano, Florida, Estados Unidos.
Raúl Varela, industrial, República Dominicana.
Caleb Vega Socarrás. Economista, California, EU.
Raúl de Velasco, médico, Florida, Estados Unidos.
Camilo Venegas, escritor y poeta. República Dominicana.
Oscar Visiedo, Especialista en Sistemas de Información, La Florida, Estados Unidos.
jueves, 8 de mayo de 2008
Cuba: Violación de los Derechos Humanos
1. El derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Y, por supuesto:
lunes, 14 de enero de 2008
¿Racismo?
A Cuba le queda mucho camino. Tanto para abolir el racismo, como el machismo, además de la misoginia y la homofobia, la hijas mayores de este último. El igualitarismo gubernamental, pese a su vocación de distribuir la riqueza (¿pobreza?) por igual, y sus logros sociales, no ha logrado mermar estos tres males nacionales, quizá por no tener vocación ni visión política para ello, o por estar demasiado ocupado en controlarlo todo. Y esa debe ser una de las tareas primordiales de la democracia cubana, cuando ésta sea viable.
En los Estados Unidos hay canales de televisión por y para los negros, u otros grupos humanos, entre otras muchas cosas, porque tampoco han solucionado el problema y porque la televisión estadounidense no ha querido reflejar la diversidad del país por igual en todos los medios. Que conste, no me opongo a que los negros, o las mujeres o los homosexuales, o los grupos humanos que así lo deseen tengan sus propios medios. Me parece, además, sano y positivo, pero que se haga extensivo y exclusivo, divide a la sociedad y agrava el problema, pues no habría un diálogo que incluya o acoja a toda la sociedad cubana, que es una sola.
Siempre he pensado que lo que nos une es que todos somos hijos de esta hermosa isla en medio del Caribe. A nivel personal es poco importante que el cubano que me cruzo en la calle tenga más o menos melanina en su piel, sea mujer, hombre, y si esta mujer u hombre son, o no, homosexuales. Cuando me encuentro a un/a cubano/a en la calle, y nos reconocemos, siempre hay una sonrisa, un "hola" y una complicidad a prueba de bala.
Cuba tiene una diversidad envidiable que yo no cambiaría por nada del mundo: descendientes de españoles, africanos, franceses, italianos, árabes, chinos, polacos, judíos, ingleses, jamaicanos, haitianos, yucatecos, y hasta de la madre del cordero. Somos un maravilloso crisol, y me cago en la pureza de las razas, que me parecen de lo más aburrido, monótono y soso. Y nuestro problema racial, machista y homofóbico debe comenzar a solucionarse desde nosotros mismos, desde nuestros hogares, inculcándo a nuestros hijos una educación humana y cabal, y luego podremos llevarlo a los gobiernos que constituyamos, como ciudadanos de una Cuba democrática, con plena y total responsabilidad. Os conmino a reflexionar.
Discontinuidad Constitucional en Cuba
A lo largo de nuestra República, e incluso antes de su proclamación, los cubanos hemos padecido más discontinuidad constitucional que una continuidad coherente. El triunfo de los ideales e intereses independentistas desde 1868, cuando comenzó nuestra primera guerra de independencia, se vio bajo el ámbito constitucional de las constituciones mambisas: la de Guáimaro (1869), la de Baraguá (1878), la de Jimaguayú (1895) y la de La Yaya (1897). La intervención de los Estados Unidos en la Guerra de Independencia cubana, precipitó una serie de prerrogativas constitucionales de la última constitución mambisa, y en 1898 se convocó una asamblea prevista por el artículo 40 de esta constitución, que se vio coartada, y finalmente fracasó, porque el poder lo ostentaba de facto el ejército ocupacionista estadounidense, y porque los cubanos no teníamos fuerza, ya no moral, sino material para imponer decisiones. Así, Cuba pasaría un período de constitucionalismo múltiple en el que rigieron tres constituciones y dos gobiernos con instrucciones provisionales: la Constitución de la Yaya, para las zonas ocupadas por el ejército independentista cubano, la Constitución Autonómica recién otorgada a Cuba en 1897, bastante tarde, para aquellas regiones en que aún dominaba el gobierno y el ejército español, el Régimen Constitucional provisional del General Leonard Wood en Santiago de Cuba, el gobierno civil establecido en La Habana por Brook y las Instrucciones Suplementarias dictadas por el presidente de los Estados Unidos McKinley, aunque esta situación prevaleció hasta la firma del Tratado de París, el 10 de diciembre de 1898, ratificado en abril de 1899. A partir del 1 de enero de 1899, Cuba pasó a ser gobernada por un régimen de facto bajo la soberana voluntad del gobernador estadounidense en La Habana. Para la redacción de la primera constitución republicana tuvo lugar un conflicto entre los que opinaban que la Constitución de la República debería o no incluir las futuras relaciones entre el gobierno de Cuba y los Estados Unidos. Una parte en desacuerdo argumentaba que las relaciones de la República naciente con los Estados Unidos o cualquier otro gobierno no era materia constitucional, sino de tratados ulteriores, mientras que la otra parte argüía que se debería incluir por la urgencia de acortar la ocupación. Amén de otras irregularidades jurídicas en que se desarrolló la Constitución de 1901, la república nació truncada por una la Enmienda Platt aprobada, curiosamente, por el Congreso de los Estados Unidos. Durante la República Plattista el problema de las irregularidades jurídicas no fue resuelto, lo que el país se vio avocado a situaciones de emergencia en varias ocasiones: en 1906, que derrocó a Tomás Estrada Palma y trajo como consecuencia la segunda ocupación estadounidense, en 1912 contra el gobierno del General Gómez que tuvo su origen en una sublevación de carácter racial, en 1917 contra la reelección de Menocal, en 1923 contra Alfredo Zayas. “En 1928 - nos dice Beatriz Bernal - bajo la dictadura de Gerardo Machado, se votó un proyecto de reforma constitucional y se convocó a elecciones constituyentes. De ahí surgió una Convención que, violando el artículo 115 de la Carta Magna de 1901, se declaró soberana, cosa que le estaba prohibida dado que dicho artículo sólo le permitía la aprobación o el rechazo de la reforma acordada por ambas cámaras. Sin embargo, la Convención de 1928 siguió adelante y redactó una nueva constitución que tuvo como puntos álgidos la prohibición de formar nuevos partidos políticos, y sobre todo aumentar el periodo de la presidencia de la República de 4 a 6 años y permitir la reelección del presidente. Gerardo Machado reformaba el texto constitucional con el fin de perpetuarse en el poder. La Constitución de 1928 fue, sin lugar a dudas, el caldo de cultivo de la revolución de 1933, que dio al traste con el gobierno del dictador." [1] Esta situación de impunidad del Machadato violó, además, la igualdad ante la ley – presupuesto básico de la democracia constitucional – y generó la última discontinuidad constitucional, desencadenando una guerra civil, la llamada revolución de 1933. Como puede observarse, la emergencia es uno de los estados disruptores del orden constitucional, y la revolución del 33 interrumpió el decursar de la primera república y de su ámbito constitucional de manera intermitente hasta que estuvo aprobada la constitución de 1940, y establecida la segunda república.
La nueva constitución y el nuevo sistema jurídico forman, consecuentemente, un nuevo marco legal que, en mayor o menor medida, se diferencia del marco legal precedente. Este nuevo escenario supone una ruptura normativa con el pasado legal y político y permite aplicar nuevos principios legales incluso a los hechos pasados que, respecto del futuro, se definen como actos criminales. Esto se explica pues, en el momento en que se produce una discontinuidad, la orientación prospectiva de la regulación legal es imposible sin una consideración histórica que atienda a la búsqueda de la justicia respecto al pasado, hecho que se repite con la revolución de 1959 aunque de forma aún más irregular, pues el gobierno actual interpreta a la historia, quiere decir, la transforma a su favor para conseguir una legitimación que, aunque le sea inherente, la sitúa directamente en el centro mismo de ese decursar histórico-jurídico que reúne las aspiraciones de todo un pueblo, manipulando y tergiversando hechos históricos, e incluso la promesa de restaurar el orden constitucional de 1940 y con él la democracia. Toda revolución contiene un elemento de discontinuidad política y jurídica, y la de 1933 que estableció la constitución de 1940, y 1959 que cambió el orden republicano para siempre, estableciendo un sistema político ajeno al devenir histórico de nuestro país, no son la excepción.
El rompimiento de la estabilidad y continuidad constitucional de la revolución de 1933, trajo consigo continuas transformaciones políticas y constitucionales en un momento en el que el desarrollo de un nuevo Derecho Constitucional rompe en algunos tópicos con el Derecho Constitucional clásico. Al mismo tiempo, la aparición de nuevos partidos políticos y de una amplia gama de divisiones de opinión sociopolítica hace que surja una aspiración creciente a la convocatoria a una Asamblea Constituyente y, por ende, a una nueva Constitución para el país.[2]
La Constitución de 1940 está, desde luego, más cercana a la socialdemocracia, matizada por la salvaguarda de los derechos individuales y la búsqueda de garantías para la realización de esos derechos y sus aspiraciones sociales, que al liberalismo español del Siglo XIX, el autonomismo criollo y la filosofía política estadounidense que tanto influyeron en la redacción de la Constitución de 1901. [3] De hecho, la constitución de 1940 era mucho más evolucionada desde el punto de vista jurídico y democrático que la de 1901, e incluía los conceptos de “una justicia social, un nacionalismo reformador, con aspiraciones de reformas sociales y económicas, economía dirigida, función social de la propiedad, protección social y educación cívico-militar, con acento en la enseñanza cívica rural." [4]
Reconozco que la constitución de 1940, en su momento, y por la influencia política-social de las personas que en Asamblea Constituyente, fue lo mejor de nuestro pensamiento nacional, tanto por el espacio que dio a las libertades individuales, como por la justicia social, el bienestar económico y solidaridad en ella implícitos. Incluso su influjo alcanza hasta el primer día de 1959 y la formación del primer gabinete del gobierno de Manuel Urrutia Lleó, aunque había sido interrumpida para siempre su continuidad legal el 10 de marzo de 1952 con el golpe de estado de Fulgencio Batista y Zaldívar. Fue la influencia de Fidel Castro y Ernesto Guevara la que va a dar al traste con la influencia este orden constitucional y su renuencia a seguirlo, como era la aspiración de la gran mayoría de los compatriotas que lucharon contra la dictadura de Batista. Ambos, Fidel Castro y Fulgencio Batista, tienen en común la negación del precepto constitucional de 1940 que afirma la igualdad de los cubanos ante la ley y para el disfrute de las libertades políticas y el bienestar individual y colectivo, al crear ambos un gobierno de facto y no de derecho. Aunque el gobierno de Fidel Castro no hubiese derogado la constitución de 1940, ésta no ha vuelto a estar nunca más vigente en el país, y dejó de ser legal en 1976 con la nueva constitución, aprobada en referendo por el pueblo cubano. Toda revolución contiene elementos de discontinuidad política y jurídica y la que culminó en 1959 no es, precisamente, una excepción.
Por otra parte, aunque la Constitución de 1940 ha sido lo mejor que ha tenido el país, como reconozco anteriormente, tiene en su contra su prolijidad. Mons. Carlos Manuel de Céspedes nos aclara que este exceso “se explica por la situación política anterior: los constituyentes de 1940 quisieron evitar a toda costa las quiebras en el Estado de derecho del período anterior y entendieron que una constitución minuciosa podría ayudar a consolidar la democracia. Los hechos posteriores nos han demostrado con creces que para constituir un Estado de derecho estable y congregante, se requiere un buen texto constitucional, pero que el texto solo no es suficiente garantía. La calidad ética de las personas, de manera especial de los gestores de la cosa pública, es el factor definitorio de la buena marcha de la República por el sendero, eso sí, que les traza el texto constitucional. Si la eticidad se deteriora, la de «los políticos» y la del pueblo, el texto es letra muerta." [5]
La constitución de 1976 es partidista, tiene poca visión democrática, y no estuvo redactada por una asamblea constituyente llamada a ese propósito por todas las fuerzas políticas del país, pero está refrendada por el pueblo cubano. En mi humilde opinión creo que volver al ámbito constitucional de 1940 arrastraría los errores y vicios que este tiene y creo que el tiempo en el que vivimos tiene suficientes avances en derechos humanos y teoría constitucional para, cuando Cuba esté en período de transición a una democracia, se llame a crear una asamblea constituyente donde se redacte una constitución del siglo XXI en la que quepan las aspiraciones de todos los cubanos y lo mejor nuestro quehacer nacional.
[1] Beatriz Bernal, Estudio histórico-jurídico de la Constitución de 1901, Revista Encuentro de la Cultura Cubana, número 24, primavera 2002.
[2] Ver Mons. Carlos Manuel de Céspedes, Aproximación a la Constitución de 1940, publicado en la Revista Encuentro de la Cultura Cubana , número 24 primavera de 200, Dossier: El estado de Derecho, Pág. 173; y Dr. Enrique Hernández Corujo, Historia Constitucional de Cuba, tomo II, página 159, La Habana, 1960.
[3] Ibidem.
[4] Ibidem.
[5] Ibidem.
sábado, 12 de enero de 2008
Neo-anexionismo
Es una enorme pena que se hable de anexiones con la facilidad con que nos aseamos cada mañana. Traigo a la memoria histórica de los cubanos que las luchas por la independencia fueron llevadas a cabo para ver a Cuba libre, independiente y soberana, como mismo la revolución de 1933 acabó con la República Plattista, e instauró la segunda república bajo los auspicios de la Constitución de 1940, más democrática, pero que continuó con la dependencia económica a los Estados Unidos, y con la ya acostumbrada corrupción administrativa. La república falló en permitirle a Batista su golpe de estado, la oposición falló en llevar al país al ámbito constitucional entre los años 1953 y 1956, con lo que la lucha armada fue la única alternativa, y el gobierno liberal de principios de 1959 falló junto con otros factores, entre ellos los Estados Unidos, de llevar la revolución por el camino institucional que la Constitución de 1940 aportaba, aunque deshaciéndonos de la ingerencia económica estadounidense de una vez por todas, gradualmente, para permitir la indemnización sin ahogar la economía cubana y permitir la diversificación necesaria y adecuada de los intereses económicos de la nación. Nada de esto se hizo. Y ya sabemos todos a dónde ha llevado al país los experimentos, el voluntarismo, las soluciones provisionales, el triunfalismo y las ideas descabelladas de un país que ha ido cada vez más al garete.
Después de una historia llena de luchas por lograr la independencia política y económica, ahora se vuelve a hablar de anexionismo. Siempre que el país tiene problemas de algún tipo, se recurre sin fallar al anexionismo, ya sean los intereses de la oligarquía cubana en la época colonial, como hoy la debacle económica, cuando la posible solución es una democracia donde se haga valer el imperio de la ley, liberando y democratizando también económicamente el país para sus ciudadanos, que sean dueños de su economía y la elección democrática de unos eficaces, transparentes, incorruptos gobernantes, que logren sacar a Cuba del barro, y hacerla verdaderamente independiente y soberana, para alejar de una vez por todas, y para siempre, el fantasma vil del anexionismo. ¿Qué clase de vende-patria somos que apelamos al nacionalismo cuando nos conviene, y corremos a abrazar al anexionismo cuando la cosa no va bien? Y es bastante sospechoso que el gobierno cubano, que ha mantenido durante tantos años un discurso nacionalista, habiendo fallado en darle una coherencia económica que encumbre nuestra soberanía y asegure nuestra independencia, recurra al anexionismo bajo la sospechosa confederación de naciones que pone en peligro nuestra soberanía e independencia, sólo por no llevar al país por el camino que debería ir.
Es la sociedad civil cubana quien debe denunciar al gobierno, sin cejar en esfuerzos, el peligro a que la nación está avocada, y con ella todos los cubanos, y no parar de luchar hasta conseguir la transición a la democracia que Cuba necesita. El gobierno cubano ha dejado de ser, hace mucho, garante de la independencia y soberanía del país, y ha llevado al país a la dependencia económica y a la debacle, así que legítimamente no tiene el derecho de seguir gobernando.
Jueves, 25 de octubre de 2007.
Almuerzo Lezamiano
Almuerzo Lezamiano
Introducción
El almuerzo lezamiano, como es conocido, es el que ofrece Doña Augusta en el capítulo VII de Paradiso, del escritor cubano José Lezama Lima. Las recetas que aquí doy a todo el que quiera ofrecerlo, las he encontrado a través de páginas, libros y amigos, a los que agradezco enormemente. Un consejo: este almuerzo lleva muchas horas de preparación y aconsejo que si se atreven comiencen con la suficiente antelación. Lo digo por experiencia propia. ¡Merece la pena!
RECETAS
1. Sopa de Plátanos
3 Plátanos machos verdes
½ Yuca
1 cebolla regular picada
2 cucharadas de aceite
6 tazas de consomé de carne
3 ajo porros
2 cubitos de pollo
½ cucharada de margarina
Se sofríe la cebolla y el ajo en la margarina. Se agregan los plátanos machos verdes y la media yuca pelados y picados en trozos y rebosar por 2 o 3 minutos.
Luego, agregar el consomé, tapar la olla y cocinar hasta que los plátanos estén bien blandos. Descartar el diente de ajo o pasar por batidora antes de servir.
Se le pueden agregar bolitas de plátano macho verde previamente hervidas y hechas a mano, aderezada con ajo y limón.
2. Soufflé de Mariscos
Ingredientes
- 250 g de mariscos (camarones grandes, emperador bien fresco y langosta).
- 3/4 l de leche
- 5 huevos
- 4 cucharadas de aceite
- 25 g de mantequilla
- 4 cucharadas de sofrito
- 2 cucharadas colmadas de harina
- Un chorrito de vino de Oporto
- Sal y pimienta
- Limpie las gambas, el pescado y la langosta, sazónelas con sal y fríalas en el aceite.
- Retire el aceite, vierta el vino y déjelos cocer unos minutos. Reserve luego algunas gambas para la guarnición.
- Cuando estén frías separe las cabezas de las gambas y pélalas y páselos por el chino.
- Corte los mariscos y el pescado, y resérvelos.
- Prepare una bechamel con la harina, la mantequilla, la leche, ralladura de nuez moscada, sal, pimienta y el jugo de las gambas.
- Cuando esté tibia añada el sofrito, las yemas, las gambas, la langosta y el pescado e incorpore las claras montadas.
- Vierta en un molde de soufflé untado con mantequilla.
- Cueza en el horno, previamente calentado durante 10 minutos a fuego alto, y de 10 a 15 minutos a fuego medio.
- Apague el horno y déjelo dentro 5 minutos más.
- Adorne con “unos langostinos dispuestos en coro, unidos por parejas, con sus pinzas.
- Sirva inmediatamente.
3. Salsa Holandesa
(Para la ensalada de remolacha y espárragos de Lübeck, aunque puede ser embarrada con mayonesa común y corriente).
Ingredientes
2 yemas de huevo
50 g de mantequilla
Sal
Pimienta blanca
Vinagre de vino blanco
Unas gotas de zumo de limón
Preparación
- Funda la mantequilla sin que hierva y resérvala.
- En un recipiente al baño maría coloque las yemas con el vinagre y unas gotitas de de zumo de limón.
- Batir hasta que empiece a espumar.
- Añada la mantequilla clarificada sin dejar de batir y poco a poco
- Añada sal y una pizca de pimienta blanca.
4. Pavo Relleno Asado
1 pavo de 4 Kg. limpio y eviscerado.
Para el adobo:
el zumo de dos limones,
1/2 vasito de aceite,
3 cucharadas de Vinagre de vino,
2 cucharadas de salsa inglesa,
2 hojas de laurel,
2 ramitas de tomillo,
1 cucharada de Pimienta negra,
2 cucharadas de sal,
1 vaso de Vino blanco,
1/4 de vaso de Brandy.
Para el relleno:
150 gr. de almendras,
400 gr. de ciruelas sin semillas,
15 gr. de Mantequilla,
2 Cebollas,
6 dientes de Ajo,
1 cucharadita de pimienta negra,
1 cucharada de salsa inglesa,
2 ramitas de tomillo,
2 cucharadas de brandy,
1 vasito de vino de moscatel,
1 ramillete de Perejil,
2 vasos de caldo de pollo,
100 gr. de Pan rallado,
sal.
Para la salsa:
2 vasos de caldo de pollo,
1 vaso de vino dulce,
1 cucharadita de Harina de maíz tostada,
1/4 de cucharadita de pimienta negra.
Modo de Preparación
El día anterior:
- Lavar y rociar el pavo con el zumo de limón.
- Poner en un bol el aceite, el vinagre y la salsa inglesa, incorporar el laurel, la mejorana, el tomillo, la pimienta y la sal.
- Triturar con la batidora, verter el brandy y el vino, mezclar.
- Colocar el pavo en una fuente y untar el interior y el exterior con el adobo.
- Cubrir con papel de aluminio, refrigerar 12 horas y bañar a menudo con el adobo.
El día de la Cena:
- Pelar y triturar las almendras y cortar las ciruelas en cuartos.
- Hervir las ciruelas con un poco de Agua durante 3 minutos y reservar.
- Pelar y picar la cebolla, el ajo y el perejil.
- Pelar, quitar el corazón y picar las manzanas en trocitos.
- Fundir la mantequilla y freír la cebolla y el ajo a fuego lento durante 5 minutos.
- Agregar perejil y salpimentar.
- Verter el vino, el brandy y dos vasos de caldo y cocer 20 minutos, removiendo continuamente.
- Agregar las almendras y las ciruelas y cocer diez minutos.
- Añadir el pan rallado, remover y cocer 5 minutos más.
- Retirar el pavo del adobo y rellenarlo con la mezcla anterior.
- Coser el pavo y atar las patas para que no de deforme.
- Regar el pavo con el adobo, cubrir con papel de aluminio y hornear una hora.
- Retirar el papel de aluminio y hornear 40 minutos más, regándolo con su propio jugo.
- Retirar el pavo de la fuente y eliminar el exceso de grasa de la salsa.
- Echar el caldo restante y raspar el fondo y las paredes con una cuchara.
- Cocer 15 minutos, colar, añadir el vino y la harina disuelta en agua o caldo.
- Llevar a ebullición, remover y servir en una salsera aparte.
5. Crema helada.
Ingredientes:
Dulce de coco (previamente preparado)
1 Piña madura
1 Lata de leche condensada
1 Vaso de anisette Marie Brizard
El día anterior:
Se prepara un dulce de coco tradicional, con todo el cariño.
El día del almuerzo:
Se saca el dulce de coco del refrigerador, y se le raya la piña madura entera, con todo su jugo.
Se le añade leche condensada a gusto y se le rocía el anisette Marie Brizard. Se sirve fría.
Pintores cubanos: Raúl Camilo
Hay muchos pintores, escultores, músicos y artistas en Cuba que no tienen ningún tipo de apoyo, ni siquiera mención en ninguna de las revistas que promueven la cultura cubana, ni tampoco en Cuba, por el tipo de realidad que exponen en sus obras.
Un ejemplo de ello es el pintor cubano Raúl Camilo que, si bien su obra copa colecciones privadas en los Estados Unidos, Japón, México, España, Italia, Alemania, Francia, Suiza, Canadá, Argentina, entre otros, es poco conocida por revistas especializadas en arte cubano en el mundo, pese a los esfuerzos que hacemos unos cuantos que le conocemos bien, que quedamos maravillados por su arte y endeudados con un mundo que le conoce poco o nada.
A mi entender, este pintor cubanísimo por la policromía y la textura utilizadas y por los recurrentes temas que abarcan desde La Habana en donde vive, los balseros, la mujer, la cultura afrocubana, la situación política en Cuba, la falta de libertades fundamentales, y otros tantos de la dura realidad nacional, es uno de los mejores exponentes de la pintura cubana contemporánea, como así lo avala su propia obra. Les invito a que echen un vistazo y que juzguen por sí mismos.
Como dice su representante en los Estados Unidos, Sam Dunn: Camilo tirelessly dedicates himself to painting the “real” Cuba as only he can portray it. Camilo's art is playful, colorful, sorrowful, mysterious, joyous, dreamy, richly textured, political and, of course, unique.
Su obra puede verse parcialmente en la siguiente página web: http://raulcamilo2005.artelista.com/